sábado, 16 de mayo de 2009

Isla Fisher, ¿La nueva Sarah Jessica Parker?


Isla Fisher es Rebecca Bloomwood, una shoppingadicta confesa que vive en la Gran Manzana

Joven, con estilo, amante de las compras y de la ropa de marca, adicta al glamour como filosofía de vida y residente en Nueva York. ¿Hablamos de Carrie Bradshaw, protagonista de “Sex in the city”? No, se trata de la shoppingadicta confesa Rebecca Bloomwood.

Recién estrenada en nuestro país, “Confesiones de una compradora compulsiva” se antoja ya como uno de los taquillazos de la temporada. Pero, ¿cómo es en realidad Isla Fisher, la actriz que da vida a la protagonista?

Por sus venas corre sangre escocesa, aunque la actriz nació el 3 de febrero de 1976 en Muscat, la capital del recóndito sultanato de Omán, y con tan sólo nueve meses se fue a vivir con su familia a Perth, Australia. Ciudadana del mundo, podríamos decir, esta pelirroja de nombre celta comenzó muy joven a moverse en el mundo del espectáculo.

En el colegio Metodista para niñas al que acudía, Isla ya era la protagonista de las representaciones teatrales que se organizaban, y a los once años comenzó a aparecer de manera regular en diferentes espacios publicitarios. Pero no fue hasta los 17 cuando emprendió su carrera de manera más visible, al participar en el espacio adolescente Paradise Beach, en el que varios jóvenes de todo el mundo se reunían en Australia en busca de amor y éxito

Un año más tarde, en 1994, el nombre de Isla comenzó a sonar cada vez con más fuerza en su país de adopción al entrar a formar parte del casting de la afamada serie de televisión "Home and Away". En 1997, cuando abandonó el reparto, su carrera ya había despegado no sólo en Australia, sino también en Reino Unido. 

¿Había nacido una estrella?
Su éxito pronto transpasó fronteras y la actriz se trasladó a París para estudiar en la prestigiosa escuela Jacques Lecoq. Tras adquirir una rica formación artística en varios campos, Isla comenzó a participar en espacios con cada vez más renombre, especialmente en la BBC, donde formó parte del reparto de la mini-serie "Atila". 

Pero no fue hasta 2002 cuando la que se perfila como la nueva Sarah Jessica Parker tuvo su primer "bombazo" en la gran pantalla con la adaptación cinematográfica de los clásicos dibujos de "Scooby-Doo".

En los dos años siguientes, Isla imprimió su nombre en otras cuatro producciones más hasta que, en 2005, llegó su segundo gran éxito: la comedia romántica "De boda en boda" (Weedding Crashers). A partir de ahí, la actriz encontró "su hueco" en un género dentro del que también ha protagonizado "¡Cásate conmigo!" o "Definitivamente, quizá".

Ahora, en la piel de Rebecca Bloomwood, Isla apunta convertirse en el nuevo referente cinematográfico del estilo más chic y glamoroso con sus "Confesiones de una compradora compulsiva", como ya lo es la archiconocida Sarah Jessica Parker, alter ego de la shoppingadicta Carrie Bradshaw.

En privado
Esta pelirroja de 33 años, pareja en la vida real del también actor Sacha Baron Cohen (famoso por su papel de Ali G o el difícil de mirar Borat), no duda en afirmar que el mejor papel de su vida es el de madre de la pequeña Olive. 

Aunque a Isla le encantan las películas que se basan en la vida real, le encantaría meterse en la piel de Lady Macbeth, el personaje más fabuloso del mundo.AJoven, con estilo, amante de las compras y de la ropa de marca, adicta al glamour como filosofía de vida y residente en Nueva York. ¿Hablamos de Carrie Bradshaw, protagonista de “Sex in the city”? No, se trata de la shoppingadicta confesa Rebecca Bloomwood.

Recién estrenada en nuestro país, “Confesiones de una compradora compulsiva” se antoja ya como uno de los taquillazos de la temporada. Pero, ¿cómo es en realidad Isla Fisher, la actriz que da vida a la protagonista?

Por sus venas corre sangre escocesa, aunque la actriz nació el 3 de febrero de 1976 en Muscat, la capital del recóndito sultanato de Omán, y con tan sólo nueve meses se fue a vivir con su familia a Perth, Australia. Ciudadana del mundo, podríamos decir, esta pelirroja de nombre celta comenzó muy joven a moverse en el mundo del espectáculo.

En el colegio Metodista para niñas al que acudía, Isla ya era la protagonista de las representaciones teatrales que se organizaban, y a los once años comenzó a aparecer de manera regular en diferentes espacios publicitarios. Pero no fue hasta los 17 cuando emprendió su carrera de manera más visible, al participar en el espacio adolescente Paradise Beach, en el que varios jóvenes de todo el mundo se reunían en Australia en busca de amor y éxito

Un año más tarde, en 1994, el nombre de Isla comenzó a sonar cada vez con más fuerza en su país de adopción al entrar a formar parte del casting de la afamada serie de televisión "Home and Away". En 1997, cuando abandonó el reparto, su carrera ya había despegado no sólo en Australia, sino también en Reino Unido. 

¿Había
Ahora, en la piel de Rebecca Bloomwood, Isla apunta convertirse en el nuevo referente cinematográfico del estilo más chic y glamoroso con sus "Confesiones de una compradora compulsiva", como ya lo es la archiconocida Sarah Jessica Parker, alter ego de la shoppingadicta Carrie Bradshaw.

En privado
Esta pelirroja de 33 años, pareja en la vida real del también actor Sacha Baron Cohen (famoso por su papel de Ali G o el difícil de mirar Borat), no duda en afirmar que el mejor papel de su vida es el de madre de la pequeña Olive. 

Aunque a Isla le encantan las películas que se basan en la vida real, le encantaría meterse en la piel de Lady Macbeth, el personaje más fabuloso del mundo.Además, asegura que se siente incómoda cuando tengo que hacer una escena con beso y, aunque a simple vista resulta difícil de creer, ella se empeña en decir que le han rechazado en varios castings por no ser muy atlética ni sexy.

A pesar de ser un rostro habitual en los carteles de las comedias románticas, Isla Fisher se confiesa feminista y no comparte la filosofía de vida en la que las únicas aspiraciones de una mujer son casarse y tener un bolso de Prada. 

demás, asegura que se siente incómoda cuando tengo que hacer una escena con beso y, aunque a simple vista resulta difícil de creer, ella se empeña en decir que le han rechazado en varios castings por no ser muy atlética ni sexy.

A pesar de ser un rostro habitual en los carteles de las comedias románticas, Isla Fisher se confiesa feminista y no comparte la filosofía de vida en la que las únicas aspiraciones de una mujer son casarse y tener un bolso de Prada. 

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