"Cada papel me define. He hecho personajes muy distintos, no sé si Robert Landgon es el más maduro. Tengo 52 años, ya no puedo hacer de un jovencito en busca de amor. A esta edad me tengo que reinventar en cada rol, el único hándicap es el aspecto exterior", expone con humor Tom Hanks.
Intimo amigo de Spielberg, el actor, productor y director norteamericano ha viajado hasta Roma, donde se ha celebrado la premiere de ’Ángeles y demonios’, superproducción también basada en el best-seller de Dan Brown que el próximo 15 de mayo se lanzará en nuestro país con 675 copias, un 10% menos que la película -fenómeno ’El código Da Vinci’, historia con la que Hanks se estrenó como Langdon que recaudó en los cines de todo el mundo 750 millones de dólares.
" Me encanta meterme en la piel de un tipo tan inteligente. Ser el único experto en el mundo en simbología es fascinante. Aquí es un hombre ’non grato’ para el Vaticano, aunque éste pide su ayuda, incluso participa en la elección del nuevo Papa, lo que hace que sea casi un papel subversivo", dice.
Una vez más, el que es propietario de dos Oscar -’Filadelfia’ y ’Forrest Gump’, es el bueno de esta producción que comienza con el secuestro de unos cardenales por una misteriosa secta, los Illuminati. "Desde muy joven me he visto expuesto a todo tipo de credos. He tenido un remolino de experiencias con la religión. Mi madre me llevaba a misas católicas en latín. Luego, mis padres se divorciaron, y conocí a personas de diferente fe. Me considero griego ortodoxo, es parte de mi herencia y también de la de mis hijos. Este filme no tiene tanto peso teológico, es un versión más light de lo divino y lo humano", apostilla.
Hanks cree que el éxito y la expectación que levantan las novelas de Brown y sus posteriores versiones cinematográficas tienen que ver con las teorías de la conspiración."Esto gusta mucho y, además, genera preguntas, discusiones y debates. Cuando profundizas un poco te das cuenta que la base de esas intrigas y complots son falsas, pero la gente disfruta pensando que eso podría pasar. Esto es ficción, no es un hecho histórico, pero puede llegar a ser peligroso y subversivo porque hay gente que se lo cree. Las teorías conspirativas atraen porque la gente necesita creer en una fuerza superior", destaca.
Y ¿en qué cree Tom Hanks? "Creo en los milagros y me encantan los misterios", dice sin soltar prenda sobre la nueva aventura en la que se embarcará Langdon -en septiembre Dan Brown presenta ’El símbolo perdido’, novela de la que sólo ha trascendido que tiene lugar en Estados Unidos-. "Todavía no sabemos nada. Una de las cosas que más me gusta de sus libros es que nunca sabes en qué territorio te va a meter", indica este famoso profesional que lee las críticas, "pero no me preocupan porque el que tiene el control, el que manda, es el público. Lo que importa es la experiencia de la persona que paga la entrada y se sienta en la butaca", añade.
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